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miércoles, 2 de julio de 2014

¿La píldora del día después también en Alemania sin receta?

En enero del 2013 hubo un caso sonado de una mujer de Colonia que probablemente fue
v
íctima de una violación. Después de una noche en una discoteca se despertó en un banco
en un parque sin saber lo que le hab
ía pasado. Pero había varias indicaciones de una
violaci
ón. Por eso, ella fue al hospital para realizar el chequeo médico, pero dos clínicas
cat
ólicas la rechazaron: Su justificación fue que el chequeo médico hubiera incluido
tambi
én la prescripción de la píldora del día después y eso, según ellos, no hubiera sido
compatible con sus valores cristianos. Este acontecimiento caus
ó una gran discusión pública sobre este tema y también sobre la píldora del día después en general. Mucha gente, por
ejemplo, la organizaci
ón Pro-Familia, reclama una distribución de la píldora sin receta.
En casi todos los pa
íses europeos la píldora del día después se obtiene sin receta médica,
excepto en Italia, Polonia y Alemania. Hay dos versiones de la p
íldora del día después que se basan en diferentes sustancias activas (levonorgestrel y ulipristalacetat). Actualmente, se
demanda la distribuci
ón sin receta para la sustancia activa con menores efectos secundarios (levonorgestrel).

Ya en el 2010 la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó un acceso más fácil sin
chequeo m
édico. No obstante no cambiaron las leyes en Alemania. Recién desde el suceso
de la mujer de Colonia, la discusi
ón sobre la píldora del día después pasó a ser un
punto de la agenda del d
ía muy importante de la política alemana. En noviembre del 2013
los gobiernos de Renania del Norte-Westfalia y Baden-Wurtemberg formalizaron la solicitud de la distribuci
ón de la píldora del día después sin receta. En el Bundesrat, la mayoría votó a   favor de esta solicitud. Ahora le toca al gobierno federal de Alemania actuar y aprobar la
ley. Sin embargo, hay mucha gente que est
á en contra de la distribución sin receta, entre
otros, la asociaci
ón profesional de los ginecólogos y la Iglesia católica.  En este contexto es
importante sopesar los argumentos en contra con aquellos a favor de la
prescripción sin receta.

Desde un punto de vista médico, hay que subrayar el hecho de que la píldora del día
desp
úes es un combinado de hormonas que tiene varios efectos secundarios como, por
ejemplo, la sensaci
ón de tensión en el pecho, la pérdida intermenstrual, dolor abdominal
leve y n
áuseas, dolores de cabeza, fatiga y mareos, en raras ocasiones vómitos. Por eso, los
cr
íticos de una distribución sin receta reclaman que se mantenga el statu quo en Alemania
a fin de asegurar la atenci
ón médica antes de recetar la píldora del día despúes. La ventaja
de este procedimiento es que los m
édicos pueden explicar el uso adecuado del
medicamento a las mujeres. A algunos m
édicos este aspecto les parece muy importante ya
que muchos factores pueden influir o neutralizar la eficacia de la p
íldora del día después, por ejemplo, la ingestión simultánea de un antibiótico, la toma excesiva en poco tiempo o el
peso corporal mayor de 70 kg. Entonces, si ya no hay la necesidad de ir al m
édico para
conseguir la p
íldora del día después, desaparece el consejo del médico y, posiblemente,
muchas mujeres cometen errores en el uso del preparado. De este modo, ponen en peligro
su salud, provocan que el f
ármaco pierda su eficacia y, por consiguiente, se arriesgan a tener un embarazo no deseado.

Los mayores críticos de la píldora del día después son los representantes de la
Iglesia cat
ólica. Desde el año 1968, los católicos tienen prohibido el uso de todos los métodos anticonceptivos artificiales porque, según la Iglesia católica, es injusto impedir que se
inicie una nueva vida humana.
Últimamente, los obispos católicos se han alejado de su
rechazo fundamental con respecto a la prescripci
ón de la píldora del día después para las
v
íctimas de violación. En este caso extremo, el medicamento podría ser utilizado sólo
cuando haya un efecto preventivo y no abortivo. Pero en este aspecto se encuentra el fallo m
ás grande en la argumentación de los críticos:

No hay que confundir la píldora del día después con la pastilla para abortar, ya que son
preparados distintos. La p
íldora del día después no hace ningún daño al embrión si ya se
haya producido un embarazo, ni aumenta los riesgos de que el feto tenga defectos de
nacimiento. Si la mujer ya est
á embarazada sin saberlo, levonorgestrel simplemente pierde
su efecto. Teniendo en cuenta el modo de acci
ón, queda más claro este aspecto. La píldora del día después funciona de las tres maneras siguientes, dependiendo del estado del ciclo: Si
el
óvulo aún no hubiera  salido del ovario, evita la ovulación para que el óvulo no pueda ser
fecundado; adem
ás, modifica el moco cervical que genera un estrechamiento del cuello
uterino, lo que hace imposible para el espermatozoide pasar al
útero y de esta manera,
impide la uni
ón con el óvulo. Finalmente, si ya se haya producido la fecundación, la píldora
tiene como resultado que el
óvulo no se pueda fijar a la pared del útero, sino que muere y al fin es expulsado. Por ello la píldora del día después no debe ser considerada un abortivo,
sino un anticonceptivo. De ah
í que la argumentación de la iglesia no tenga valor.

Tampoco se debería dejar de tomar en consideración las buenas experiencias de los 28
Estados europeos, donde ya se consigue la p
íldora del día después sin receta. Se ha
demostrado que
levonorgestrel es muy inofensivo, ya que los efectos secundarios, tales
como náuseas, dolores de cabeza, dolores de estómago e irregularidades en el ciclo
siguiente, pueden ser considerados muy suaves. Aparte de eso, levonorgestrel no modifica elciclo reproductor femenino a largo plazo. La fertilidad regresa de manera inmediata en el
siguiente periodo, por ello la píldora del día después no tiene efecto sobre embarazos
futuros. Tampoco imposibilita la continuidad del uso diario de la pastilla anticonceptiva.

La Organización Mundial de la Salud comparte esta opinión y recomienda levonorgestrel y sudispensación sin receta basándose en las experiencias de más de treinta años de uso, junto amuchos estudios. La OMS señala que la píldora del día después no hace ningún daño al feto, que es inofensiva y un método seguro y fiable, tomada a tiempo. Este último aspecto otra
vez subraya la importancia del consumo a tiempo, puesto que la mejor eficacia se consigue
durante las primeras 24 horas, luego va disminuyendo. Muchas veces no es posible cumplir
con ello. Si pasa por la noche, o al fin de semana, la mujer no tiene acceso al médico, los
hospitales están ocupados, y los servicios de urgencia médica no tienen necesariamente las
capacidades para aconsejarla de forma adecuada. El resultado es simple: la mujer pierde
horas valiosas para evitar un embarazo.

En suma, se puede decir que, a pesar de los argumentos en contra de la distribución sin
receta, la teoría aplicada a la realidad no funciona muy bien. Para las mujeres siempre
existe el peligro de ser rechazada o mal aconsejada por médicos especializados en otras
disciplinas. Los farmacéuticos tienen buenos conocimientos en cuestiones de eficacia y
efectos secundarios, así que pueden garantizar una asesoría conveniente. Alemania siempre tiene la pretensión de ser un país muy avanzado y desarrollado, pero en este caso es un
triste ejemplo de un país retrasado sometido a una influencia excesiva de la Iglesia católica.
Se necesita nuevas leyes que no exijan una receta. En este contexto, es muy importante
implementar una buena aclaración y asesoramiento no solo en las farmacias, sino también
en el público para prevenir la utilización inadecuada.


de Sophia, Jana y Leonie

fuentes bibliográficas:



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