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domingo, 6 de julio de 2014

¿Fútbol de verdad une? Brasil dividido en dos – Mundial 2014

El mundial de fútbol cada cuatro años es siempre el evento más grande y espectacular. En ese mes no existe nada más que fútbol. La gente, la tele y los periódicos no conocen otro tema, el ambiente de ese torneo internacional les engancha a todos. Un mes lleno de partidos diarios. Un buen tiempo para disfrutar del verano, olvidar el estrés, pasárselo bien con los amigos delante de la tele, con una cerveza fresca. Este año va a ser lo mismo, lo disfrutaremos. Solo hay una cosa que oscurece todo el evento: el hecho que el mundial se jugará en Brasil.

Que el Mundial 2014 tenga lugar en Brasil es un tema muy controvertido. 
Por una parte, la situación económica del estado no permite realizar un torneo internacional tan grande. Debido a la pobreza de la población y los inmensos esfuerzos que se requieren para que organizar todos los partidos, preparar alojamientos, etc., es difícil entender por qué razón Brasil ha sido elegido como país organizador si tiene que ocasionar tantos gastos. La construcción en medio de una jungla por millones de euros de un nuevo estadio que no se usará más después de los tres o cuatro partidos previstos parece incomprensible.

Por otra parte, un mundial en Brasil despierta en cualquiera las ganas de fútbol. Brasil es el alma del fútbol, no hay ningún país en que se encuentre mas pasión por ese deporte. Lo juegan bailando, parece que lo tengan en la sangre. Solo en Brasil hay palabras y lemas como „Ginga“ o “Joga Bonito“, que significan el ánimo y el arte de moverse, pura vida y la alegría por el juego. No solamente lo “juegan“, sino lo “viven“ y eso desde pequeños en las favelas, jugando descalzos con una naranja o algo que tenga forma de una pelota. Mirando la historia completa del fútbol internacional, los brasileños son los más exitosos de todos. Es casi imposible encontrar a alguien que no conozca los nombres Cafú, Pelé, Ronaldinho o Zico. Por todos estos motivos, en realidad Brasil es el organizador ideal de un mundial de fútbol. Es el perfecto icono.

A parte de eso, también hay otros argumentos a favor de que se celebre allí. Durante el espectáculo tienen la entera atención de todo el mundo, y eso puede ser beneficioso para la población brasileña que tiene que luchar contra la pobreza y la criminalidad. Durante un tiempo, están en la mira del mundo. Los problemas sociales, como la pobreza, la inflación que reduce los ingresos de la gente, el deficiente sistema educativo y la insuficiente infraestructura no se pueden esconder y todos se dan cuenta de eso.

Además, la realización del torneo exige la creación de empleos. Se necesita mucho trabajo y, por consiguiente, muchos trabajadores para que todo funcione bien: ya sean nuevos puestos de trabajo para la construcción y restauración de los estadios o para preparar campos de entrenamiento y alojamiento para los equipos de las otras naciones. Por cierto, también existe posibilidad de hacer prácticas o participar en programas que se ocupan de la preparación del mundial y de todo lo que este lleva asociado. Para los voluntarios es una buena ocasión de comprometerse y acumular experiencias. En algunos de estos programas hasta reciben un certificado que les puede ser beneficiosos en varias situaciones en el futuro. Al lado de eso, se alegran de haber colaborado en un espectáculo tan grande, visto por todo el mundo.

Aunque han sido mencionados aspectos en contra y a favor de Brasil cómo país anfitrión con escepticismo y entusiasmo a la vez, la verdad es que los aspectos negativos predominan. No se puede embellecer ni esconder, por ejemplo, el tema de la expulsión forzada de la gente pobre de las favelas que ha sido muy estremecedor. Antes de que empezara el Mundial Brasil 2014, el Gobierno de Brasil desalojó a miles de familias en todo el país para que el mundo no tiene una mala imagen del país. La pobreza y las cabañas no pegan con la imagen moderna que se quiere presentar de Brasil. Varias favelas se han despoblado para hacer sitio a proyectos de infraestructura. Aproximadamente 170.000 personas están siendo expulsadas del domicilio donde viven desde hace muchos años. Los habitantes tampoco han sido informadas directamente, llegaron a saber a través de los medios informativos, y no solo eso, ellos fueron trasladados a lugares incluso peores, con una infraestructura mala y menos posibilidades de trabajo.

Para garantizar la seguridad de los turistas en el Mundial de Fútbol, en los últimos cinco años fueron instaladas 37 "unidades de policía pacificadora" (UPP) que apoyan a la policía regional y vigilan las favelas severamente. Una de las favelas es el enorme complejo de Maré, cerca del aeropuerto internacional de Río de Janeiro. La población precisa en Río de Janeiro no se sabe exactamente, pero según las estadísticas oscilan entre 8 y 11 millones de habitantes. Un tercio de ellos vive en favelas. Se puede decir que 3 o 4 millones de personas viven en pobreza. La vida en las favelas es muy difícil y peligrosa. La gente vive en cabañas, sin agua potable, sin corriente y sin escuelas. Normalmente, las zonas son controladas por grupos rivales de narcotraficantes.

No obstante, el dinero que el gobierno gasta en esas UPP no basta para controlar todas las favelas, sino solamente el 20%. Ese concepto, que al principio pensaban que sería exitoso, no es beneficioso para los que viven en la pobreza, sino solo para los turistas, y sobre todo para que Brasil dé una imagen de un país moderno y seguro. No tienen esperanza de que con esta operación policial se mejoren los sectores sociales. Hasta el presente, no hay ningún mejoramiento ni en el abastecimiento de agua ni en la asistencia sanitaria. Al contrario, los habitantes incluso han sido atacados por la policía. En internet circulan varios videos que muestran la violencia de la policía con los habitantes de las favelas; muchos de los policias utilizan gas lacrimógeno y baquetas para echarles de la casa.

Además se duda que las bandas criminales vayan a ser frenadas para siempre. La mayoría de ellas se han trasladado a otras favelas y siguen traficando con drogas. El gobierno ha anunciado que las UPP se quedan hasta el 31 de julio, solo dos semanas después del partido final. Entonces, ¿cuál es su finalidad y a quién va dirigido? En general se puede decir que la acción policial es muy sospechosa, sobre todo porque una gran parte de la policía es corrupta y brutal. Entonces, las UPP no se preocupan en absoluto de la gente pobre de las favelas, sino de la "seguridad" para los turistas, golpeando y expulsando a los habitantes.

En total son doce estadios de fútbol que sirven como lugar de encuentro. La arena Amazônia en Manaos, en la región amazónica, es la más discutida de todas. Este estadio fue construido por 500 millones Real, que son 224 millones de euros, y tiene lugar para 42.374 espectadores. Pero aquí empiezan los críticos del nuevo estadio. La liga regional del estado, el “Campeonato Amazonense”, no es muy popular en Manaos ni en toda la región. Solamente un promedio de 447 aficionados van a ver cada partido. Eso es muy poco si se supone que los gastos de mantenimiento de la arena ascienden a 2,2 millones de euros por año.

En el mundial del 2014 el estadio va a ser usado tan solo para cuatro partidos. Los habitantes de Manaos ya lo llaman “el elefante blanco”, que se quedará vacío después de la copa. El gobierno local está optimista de poder cubrir los gastos de la arena gigante. Miguel Capobiango, encargado del gobierno brasileño para la Copa, dice que el estado quiere usar el estadio como multifuncional para conciertos u otros eventos deportivos grandes. Él ve el potencial turístico del estadio que va atraer turistas de todo el mundo. Por las circunstancias en la selva tropical , las obras de construcción fueron duras y lo terminaron muy tarde. Para construir este estadio, tuvieron que derribar uno viejo, con el que la gente siempre se había identificado.

También la “Arena Corinthians” en la ciudad de São Paulo, se encontró en dificultades. Por la muerte de un hombre que se cayó desde una altura de ocho metros mientras trabajaba en la construcción del estadio, por huelgas y demonstraciones, los trabajos fueron interrumpidos varias veces. También en otras ciudades. En total la construcción de los nuevos estadios de fútbol cuenta ocho víctimas mortales durante dos años. Los costes de todos los estadios suman a más de 2,74 mil millones de euros. Si se comparan los gastos brasileños con los de Sudáfrica (2010) o Alemania (2006), son más que los gastos de ambos países juntos.

Resumiendo, queda claro que la construcción de los nuevos estadios creó muchos problemas en Brasil. Hay que tener en cuenta que también hay un lado positivo, por ejemplo la creación de nuevos puestos de trabajo.

Hablando de críticas a la Copa Mundial 2014 en Brasil se puede añadir también el alojamiento de la selección alemana, el “Campo Bahia”, en Santo Andrés, en el estado federal Bahia. Reconstruyeron un hotel lujoso directamente al lado del mar y en medio de un área protegida para los jugadores alemanes por varios millones de euros. Se habla también de subvenciones del estado brasileño para un centro de prensa. Los precios de los inmuebles subieron mucho después de la noticia de la llegada de los alemanes. Para los habitantes del pequeño pueblo Santo Andrés es un problema grande. Tampoco se sabe cómo la gente del pueblo se va a llevar con la “inversión” de la prensa. Pero este aspecto se deja valorar también de forma positiva, porque con la atención de la prensa al pueblo el interés turístico se va incrementar mucho.

En el aspecto económico como país anfitrión, la Copa Mundial 2014 será un fracaso total para Brasil. Aunque hay mucho que ganar para los consorcios constructores, deportivos y turísticos, los brasileños mismos no saldrán como ganadores. Responsable de eso, son, sobre todo, las reglas explotadoras de la FIFA.

Es siempre el mismo juego. Los candidatos que compiten por la celebración de la Copa Mundial se prometen un crecimiento económico, inversiones y nuevos puestos de trabajo. Esas esperanzas son alimentadas con precisión por la FIFA y su presidente Sepp Blatter. Pero la designación como sede de la Copa del Mundo tiene su precio, porque es la FIFA la que impone las condiciones.

Así se invitieron 14,5 mil millones de dólares en los estadios y proyectos infraestructurales dispuestos por la FIFA. La presidente de Brasil Dilma Rousseff proclamó, con orgullo, que los costes están cubiertos en su mayoría por inversores del sector privado. Pero los inversores parecen haber aprendido bien la lección de la Copa anterior en Sudáfrica con sus llamados elefantes blancos. Allí se ha constatado que no sólo ciudades apartadas como Polokwane, sino también metrópolis como Ciudad del Cabo no pueden mantener rentablemente los estadios construidos para la Copa Mundial pese a todas las estrategias de comercialización (por ejemplo arrendamiento para partidos de Rugby, conciertos, integración un museo de deportivo, etc.). En realidad, la participación de los inversionistas privados se sitúa sólo en un 6,7%.
La economía local, sin embargo, apenas aprovechará el espectáculo internacional. Pues la FIFA como organizador de este gran evento adjudica los contratos lucrativos a los mejores postores: los grandes consorcios mundiales.
Nestlé, por ejemplo, paga 80 millones de Francos suizos a la FIFA para comercializar su marca de chocolate más establecida, Garoto, como el chocolate oficial de la Copa Mundial 2014. En el sector de la construcción, la suiza Geobrugg AG ha recibido la adjudicación de los componentes constructivos de acero para el techo del estadio de Maracanã, en Río de Janeiro. Además, la compañía produce sistemas de prevención para distintos proyectos infraestructurales entorno de los lugares del acto. El consorcio asegurador Zúrich es responsable de la seguridad durante la construcción de cuatro estadios: Itaquerão en San Pablo, Maracaná en Rio de Janeiro, Brasilia Arena en Brasilia y Fonte Nova Arena en Salvador de Bahia. Respecto a las malas condiciones de trabajo para los trabajadores de los estadios, sin embargo, nada ha cambiado. Igual que cuatro años antes en Sudáfrica, cuando los estadios fueron concebidos y construidos por empresas alemanas, ahora las inversiones en Brasil salen otra vez del país.

Con ayuda de sus patrocinadores, la FIFA presiona al gobierno brasileño. Por consiguiente, el Parlamento en Brasilia aprobó una ley de bases que autoriza a las comunas endeudarse más que nunca. Una de las peticiones de la FIFA para celebrar el torneo es tener la exclusividad de toda la publicidad y ventas que se ubiquen en un radio de 2 kilómetros en torno al estadio. Todos los vendedores y castañeros que se ubican en y alrededor de los estadios se ven forzadas abandonar sus puestos por los muy apreciados promotores de la FIFA. Allí no se debe consumir ninguna otra cosa que Coca-Cola, cerveza de Budweiser y hamburguesas de Mc Donald’s. Los vendedores y los manifestantes son apartados y se les ha hecho callar por una vigilancia rigurosa de la policía brasileña. La FIFA impone a Brasil un estado de excepción.
Así, la Federación Internacional guarda la certeza de inversión para sus socios y descarga todos los riesgos sobre los contribuyentes brasileños. Según el Secretario General Jerome Valcke, el torneo generará un volumen de 4 mil millones de dólares, libres de impuestos. La FIFA no está sujeta a impuestos ni en Brasil, ni en Suiza, donde la FIFA está registrada como organización sin ánimo de lucro. En octubre de 2011 se aprobó una ley que exime a los socios de la FIFA de los impuestos por los siguientes cuatro años. Entre ellos se encuentran los patrocinadores como Coca-Cola, Visa y Adidas.

En resumen, no se puede saber cómo quedará la situación después del Mundial en Brasil. Probablemente los cambios no serán de larga duración y en el peor de los casos la situación de los brasileños, sobre todo de la gente en las favelas, no cambiará nada y ellos no sacarán provecho del dinero que invirtió el gobierno de Brasil. Además, hay gente que hoy vive en condiciones más precarias que antes, perdieron todo por la expulsión de sus domicilios.
Lo que de todas formas se queda en el país sudamericano son doce estadios gigantes que poco a poco devorarán el dinero del gobierno. El interés de la prensa, que ahora es enorme, se reducirá pronto, después de la final, y se encenderá de nuevo en el 2016 cuando la Olimpiada se realice en Río de Janeiro.
¿Y la FIFA? La FIFA, con sus escándalos de corrupción, tiene que ser reformada y debería estar obligada a una comisión de control superior para lograr la mayor transparencia posible. A la concesión y realización de los juegos se deben aplicar estándares mínimos en materia social y medioambiental, para evitar sucesos graves como los traslados forzados y las malas condiciones de trabajo. Es posible organizar un Mundial en un país en desarrollo como Brasil mejor y con más persistencia. Hace falta la concesión del gobierno y también de la industria internacional que saca provecho de la Copa de dedicar parte del dinero para que la economía local pueda beneficiarse también.
Y para retomar la pregunta del inicio ¿El Fútbol une? Si pensamos en el “Public Viewing” donde nos reunimos para apoyar a nuestras selecciones en cada partido, seguramente la repuesta es sí. Pero es importante no olvidar la historia detrás de la Copa.


Fuentes:

Flörke, Solveig, Brasilien baut das absurdeste WM-Stadion der Welt, Die Welt, 2014. Fuente en internet: http://www.welt.de/sport/fussball/wm-2014/article116947831/Brasilien-baut-das-absurdeste-WM-Stadion-der-Welt.html?config=print [15.06.2014]
Rosas, Frederico, Brasil apura las obras de los estadios, El País, 2014. Fuente en internet: http://deportes.elpais.com/deportes/2014/05/27/actualidad/1401218041_750462.html [15.06.2014]
Rosner, Maik, Am Strand der guten Hoffnung, Weser Kurier, 2014. Fuente en internet: http://www.weser-kurier.de/sport/wm2014_artikel,-Am-Strand-der-guten-Hoffnung-_arid,860321.html [15.06.2014]
https://www.youtube.com/watch?v=xa66lHvBNes:
http://brasilienwm.de/uber-46-000-bewerbungen-fur-das-brasilianische-freiwilligen-programm-der-wm/
http://parabens.de/wm-in-brasilien-unterm-brennglas-der-weltoffentlichkeit/
http://depor.pe/futbol-internacional/brasil-2014-5-desafios-salvar-mundial-fracaso-reportaje-1017916
http://sozialismus.ch/artikel/international/2014/brasilien-die-fussball-wm-und-soziale-proteste/

Un ensayo de:
Valeria Bilardi
Christian Jendrny
Matthias Duhn
Laura Pauly


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