En diciembre del año pasado el consejo de Ministros español aprobó el anteproyecto de la Ley Orgánica de Protección de la vida del Concibido y de los Derechos de la Mujer Embarazada. Esta reforma
modifica la actual ley del aborto de manera restrictiva. Como consecuencia, limita la autodeterminación de las mujeres.
La legalización
del aborto voluntario no es solamente discutida en España sino también en todo
el mundo. Sin embargo, la discusión en España es diferente a las demás. Según
el partido que llega al gobierno, la ley cambia de una u otra manera. Recién en el año 2010 se había aprobado una ley más permisiva por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Esta ley lleva el
nombre Ley
Orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del
embarazo y permite el
aborto voluntario en cualquier momento hasta la semana 14 de embarazo. No
obstante, el Partido Popular, sobre todo el ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón, quiere cambiar esta ley desde que llegó al Gobierno. Era uno de los compromisos del programa electoral y muchos lo consideran el deseo de la ala más conservadora del PP.
El diario El País enumera en el artículo Decálogo de la “Ley de Protección de la Vida del
Concebido“, publicado el 20 de diciembre de 2013, los cambios más importantes que trae la reforma. Quedarán solamente dos casos en los
cuales el aborto será permitido. Se practicará la interrupción hasta la semana
22 de gestación si existen riesgos para la salud física y psíquica de la mujer embarazada. En este caso el permiso requiere dos evaluaciones de médicos distintos del que practica el aborto. Si los riesgos para la salud causan una anomalía fetal incompatible con la vida, se necesita otros informes médicos sobre el feto que prueben la anomalía.
La segunda razón
que legitima el aborto es que haya “delito contra salud o indemnidad sexual” de
la mujer, o sea, después de una violación. La interrupción se practicará hasta la semana 12 de gestación pero solamente si antes se denunció la agresión. Además, las menores de edad necesitarán el consentimiento de los titulares de la patria potestad. En todos los demás casos el aborto será ilegal. Aunque a la mujer se libera de cualquier reproche penal, al médico que practicó el aborto fuera de los supuestos estipulados se le sanciona según la normativa vigente.
Esta ley del aborto prevista divide la sociedad española en pro abortistas y anti abortistas. De un lado están los oponentes de la
reforma como, por ejemplo, las activistas de Femen que demandan la autodeterminación de la mujer. Del otro lado están los anti
abortistas apoyados por la Iglesia Católica. Ellos quieren que se respete el
derecho a vivir del aún no nacido. Un acuerdo de los dos grupos no es previsible.
El argumento más
defendido por los anti abortistas es que legalizando el aborto voluntario la
vida se vuelve determinada por fuerzas ajenas. Ellos consideran la modificación de la actual ley una
necesidad urgente y afirman que la vida ya comienza en el vientre materno. Para
ellos el aborto es igual al asesinato. La mayoría de ellos tiene motivos
religiosos.
La Iglesia
Católica desempeña un papel muy importante en la discusión actual. Solamente un
36% de los católicos están a favor de la actual ley.[1] Los representantes de la iglesia
católica opinan que solamente Dios debe tener el poder de decidir sobre la vida
y la muerte de un ser humano. Sin embargo, también los diferentes grupos de la
iglesia católica están divididos y “ni los obispos
cuentan con el respaldo de gran una parte de sus propios fieles“.[2] De un lado están los más
conservadores como, por ejemplo el obispo, de San Sebastián, José Ignacio
Munilla, que llamó al aborto un “holocausto silencioso“ y proclama:“¡No los
matéis! Dádselos a quienes les aman y están dispuestos a dar su vida por
ellos”.
Juan
Antonio Reig Plan, prelado de la Conferencia
Episcopal Española (CEE), compara las manifestaciones contra el aborto con la
lucha contra las leyes esclavistas. Otro representante de esta opinión
conservadora es Jorge Gómez, un destacado eclesiástico argentino de la
archidiócesis de Buenos Aires que dijo:“La violación de la fe es diez mil veces peor que violar a
una niña”.[3] Para ellos la reforma prevista todavía
no es suficiente. Sin embargo, aunque no pueden
contar con el apoyo de la mayoría de la sociedad española, los representantes
más conservadores de la iglesia católica siguen reprobando el aborto de manera
rigurosa. Reclaman la prohibición y penalización de todas formas del aborto.
Por otro
lado están los organizaciones católicas como Redes Christianos que “defiende las bases
éticas y jurídicas de la norma actual“. La mayoría de los católicos no está en
favor de la prohibición total del aborto como lo demandan los obispos. Aún así
defienden la reforma de Gallardón porque no quieren que el aborto se convierta
en una intervención
cotidiana. Es decir, que demandan que el aborto
siempre sea la ultima opción y que el gobierno haga lo posible para apoyar a
las embarazadas.
La ACI Prensa, que
antes se llamaba Agencia Católica de Informaciones (ACI) en América Latina,
tiene su oficina central en Perú y es una organización vinculada con la iglesia
católica. Según ellos, el embarazo después de una violación es muy raro y los
pro abortistas utilizan el crimen de la violación para sensibilizar a la gente
en favor del aborto.[4] Opinan que la mujer no debe tener el
poder de decidir sobre la vida del inocente no nacido, ya que, este no es
responsable por el brutal crimen de su padre genético. Además, afirman que el
aborto no mejora el estado físico y psicológico en que se encuentra la mujer
violada.
Apoyando su tesis, presentan a unos testimonios. Entre ellas está la Señora Kay Zibolsky.[5] Ella fue violada cuando recién tenía
16 años y quedó embarazada después del crimen. Se decidió en contra del aborto
y parió a su hija Robin. 18 meses después de su nacimiento, la dio en adopción.
Pero se reencontraron cuando Robin tenía 27 años y lo primero que dijo a su
madre fue: “Caramba, me alegro mucho de que no te hayas hecho el aborto”.
Escuchar estas palabras y ver a su hija contenta de estar viva la hicieron muy
feliz y dice que formaban parte de su sanación. Por eso hoy trata de ayudar a
otras victimas y convencerlas de que el aborto no es el buen camino. En su opinión
“el aborto es una
segunda violación, pero más traumática aún porque es un pecado, y la violación
no lo es (para la víctima), y tarde o temprano tenemos que dar cuenta de
nuestros pecados". La vida de Kay Zibolsky muestra que aunque quizás hubiera sido mas fácil
interrumpir el embarazo, al final está feliz de haber decidido de otra manera.
En vez de ofrecer
el aborto a las víctimas como primera opción el Gobierno debe ayudar a las
mujeres mostrando las alternativas como la adopción. De esta manera se podría
impedir la muerte de muchos inocentes y al mismo tiempo ayudar a las mujeres a
asimilar el crimen. Sin embargo, siempre
debe tener la posibilidad del aborto después de la violación, porque la
embarazada misma es la persona que puede juzgar mejor qué le ayuda en esta
situación y qué no. Otra vez hay que subrayar que el aborto debe ser la ultima
opción, pero es importante que esta opción exista.
Otro argumento en
favor de la reforma prevista es que la malformación del feto como motivo
legitimado por el aborto está en contra de la Convención de la ONU sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad. Como consecuencia de esta Convención
de la ONU, el ministro quiere eliminar el supuesto que permite el aborto a
causa de anomalía fetal. Excluyendo el caso que la anomalía sea responsable de
riesgos para la salud de la mujer. Según el punto de vista del ministro, la
interrupción por ese motivo es una forma de discriminación y “significaría
crear personas de primera y de segunda”. Sin embargo, el ministro renuncia a
prohibir el aborto en casos de anomalía extrema como la de un feto anencefálico
(sin cerebro ni cráneo).
Pese a los argumentos precedentes, la reforma prevista también ha provocado protestas de activistas de diversas organizaciones sociales y feministas no sólo en España, sino también en toda Europa, como entre otros en París, Londres y Estambul, donde se mostraron solidarios con las manifestantes españolas en contra de la reforma.[6] Según ellas, la reforma sería un paso retrógrado considerando que han hecho falta 30 años de lucha por los derechos de la
autodeterminación de la vida sexual y reproductiva de las mujeres en España.
No fue hasta 2010
que la interrupción del embarazo sólo estaba despenalizada en los casos de
violación, de malformación del feto o si fuera inminente un riesgo grave para
la salud física o psíquica de la mujer. Por eso, dice Marisa Soleto, la
portavoz de la Plataforma Decidir Nos Hace Libres y presidenta de Fundación
Mujeres, el cambio de una ley “de plazos” por una de “supuestos”, significará
un “retroceso legal” convirtiendo el aborto en un delito excepto en casos
concretos.[7] Incluso en países europeos
tradicionalmente conservadores y católicos como, por ejemplo, en Polonia no
existe una ley del aborto tan restrictiva como la que está a punto de ser
aprobada por el ministro Gallardón. En Italia, donde la influencia del Vaticano
es evidente, a las mujeres seles permite poner fin a su embarazo sin dar
ninguna razón durante los primeros tres meses de la gestación.[8]
Uno de los
objetivos de la reforma que esgrime el Partido Popular es la disminución del
número de abortos, pero las estadísticas revelan que la realización de esta
intención no estará garantizada en absoluto. Así lo indica el estudio Análisis
de la legislación europea y española sobre la salud sexual y reproductiva:
consecuencias de la reforma de la LO 2/2010 de salud sexual y reproductiva e
interrupción voluntaria del embarazo. La autora Julia Nogueira eligió cuatro
países europeos, cuyos cuadros legales respecto a las interrupciones del
embarazo son muy distintos, y los comparó con los parámetros de España. En
Irlanda, por ejemplo, donde se prohíbe el aborto en casi todos los casos, las
mujeres que pueden permitírselo no están impedidas hacer un aborto en otro país
como en Inglaterra o en Países Bajos.[9] Es decir, que una ley más restrictiva
conducirá más bien a una “emigración abortiva” que a un verdadero descenso de
interrupciones. Comenta Ana F., madre de cinco hijos que había abortado dos
veces antes: “[...] Cuando una mujer no quiere tener un hijo, lo va a
solucionar.” En el peor de los casos, obligará a las mujeres que no puedan
pagarse la intervención en otro país a abortar en clandestino, bajo
circunstancias desfavorables, arriesgando su salud. Así se crearía un sistema
de dos clases dejando al margen a las mujeres sin recursos económicos.
Por el contrario,
el estudio revela, asimismo, que una ley más permisiva tampoco causaría un
aumento del número de interrupciones del embarazo, como demuestran los datos de
España bajo la ley en vigor, donde el número de abortos voluntarios descendió
un 5 % en el período de 2011 a 2012.[10] De hecho, en los países con leyes de
aborto más permisivas la cuota de interrupciones del embarazo es más baja, como
demuestra un estudio de la revista The Lancet.[11]
Como las mujeres
van a encontrar soluciones para eludir las restricciones del aborto, sería más
adecuado invertir en una mejor educación sexual e incluir una enseñanza
obligatoria sobre la salud sexual y reproductiva en las clases escolares. Con
respecto a la generación más joven, la educación sexual preventiva presenta un
mecanismo eficaz para disminuir el número de abortos. De momento, la manera de
educar en este campo todavía varía en cada autonomía de España e incluso se
distingue entre los colegios. Al mismo tiempo, hay que facilitar el acceso a
los anticonceptivos para evitar desde el principio los embarazos no deseados.
Por fin, el
estudio mencionado desmonta el argumento del PP que el aborto podrá ser
utilizado como método anticonceptivo, puesto que los datos indican que el 64%
de mujeres que se interrumpieron su embarazo en 2012 lo hicieron por primera
vez. Para la mayoría de las mujeres una operación así sigue significando una
intervención que está conectada con riesgos para la salud, por lo que no va a
correr el riesgo de usarla como método anticonceptivo.[12]
A continuación, la reforma cambiará la ley del aborto de una de plazos, como es el sistema mayoritario en los países europeos, a una de supuestos, es decir que están definidos los casos exclusivos donde se permite el aborto. Con respecto a las menores de edad, deberán informar a sus padres y contar con su permiso para interrumpir su embarazo. Es evidente que ya sufren de una presión enorme las mujeres jóvenes a la hora de tomar una decisión, y si tendrán pedir el permiso de la familia, podrían ser influidas en contra de su voluntad. Resultará que les causaría un gravísimo perjuicio a muchas jóvenes que sufren maltrato, como asegura Francisca García, presidenta de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (Acai).[13]
Comoquiera que no es necesario el consentimiento de los titulares de la patria potestad bajo la ley en vigor, no significa que las menores de edad no están aconsejadas por médicos especialistas y psicólogos antes de la intervención. Si fuesen obligadas a solicitar la autorización de los padres, les condenaría muy probablemente al aborto clandestino y peligroso.
Con relación al supuesto de que el aborto estará permitido si existe “menoscabo importante y duradero” para la salud psíquica de la madre que tenga causa en una “anomalía fetal incompatible con la vida”, se abre un concepto jurídico indeterminado. Los médicos deberán acotar los límites de menoscabos aún aguantables y los que ya no lo son. Hay que preguntarse cómo medir una depresión inminente y las consecuencias psicológicas por el diagnóstico de una anomalía fetal.[14]
Refiriéndose a la tesis del inicio, la reforma limita en conclusión la autodeterminación de las mujeres comprometiendo los derechos conseguidos con esfuerzos enormes durante los últimos 30 años. Los cambios propuestos vulneran la
autonomía, la intimidad, la salud y la libertad de discriminación de las
españolas y así hace retroceder a España a la posición de hace décadas. Una
mujer debe poseer el derecho de decidir sobre su propio cuerpo y vida.
Con vistas a la
igualdad de derechos fundamentales dentro de la Unión Europea, esa reforma
impide el desarrollo hacia una tendencia de las mismas oportunidades en cada
país, asignando a España una posición marginal y anticuada.
Estudios revelaron
que un cuadro más restrictivo de abortos no disminuye en absoluto las
interrupciones del embarazo sino empuja a las mujeres a ir al extranjero o
hacerlo en clandestino, lo cual conlleva con riesgos graves para la salud. De
todos modos, las mujeres van a someterse a un aborto si lo deciden, sea el
procedimiento legal o no. Por eso sería más efectivo mejorar los métodos
preventivos antes que prohibir, tales como invertir en una amplia educación
sexual y reproductiva.
Por último, la
actual ley del aborto viene funcionando desde hace un par de años y tiene el
apoyo mayoritario en la sociedad
española como en el resto de los países que tienen leyes parecidas. Así parece que el PP utiliza el aborto más bien como medio
para contentar a los sectores más conservadores de su electorado en vez de
haber pensado en el bienestar de la mujer o en el progreso de la sociedad
respecto a la realización de los derechos fundamentales.
Ensayo de Kirsten Tietze y Milena Strazar
Bibliografía
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- Enlace: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/04/17/actualidad/1366224078_368926.html
- Sin autor, „Argumentos a favor y en contra del Aborto”, publicado en aciprensa.com (Agencia Católica de Informaciones)
- Enlace: http://www.aciprensa.com/aborto/men-ver-aborto.htm
- Sin autor, “Testimonios de mujeres
violadas y el Aborto”, publicado en aciprensa.com
- Enlace: http://www.aciprensa.com/aborto/testim.htm
- María R. Sahuquillo / Vera Gutiérrez Calvo, “Las verdades a medias para limitar el supuesto de malformación”, publicado en El País el 20 de Diciembre de 2013, Madrid
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- Sin autor, “Una
mayoría apoya la ley del aborto actual ante la reforma de Gallardón”, publicado
en El País el 21 de Abril de 2013,
Madrid
- Enlace:
http://politica.elpais.com/politica/2013/04/21/actualidad/1366559453_955611.html
- Sin autor;
„Protestas en Europa contra la reforma de la ley del aborto en España“,
publicado en Noticias Caracol el 1 de
Febrero de 2014
- Enlace:
http://www.noticiascaracol.com/mundo/articulo-315572-protestas-europa-contra-la-reforma-de-la-ley-del-aborto-espana
- Sin autor,
„Mujeres en lucha por un aborto "libre, seguro y accesible"”,
publicado en Público.es el 23 de
Septiembre de 2013, Madrid
- Enlace:
http://www.publico.es/actualidad/469961/mujeres-en-lucha-por-un-aborto-libre-seguro-y-accesible
- Vanessa Pi, “La estadística desmiente los
argumentos de la reforma de la ley del aborto”, publicado en eldiario.es el 14 de Mayo de 2014
- Enlace:http://www.eldiario.es/sociedad/estadistica-desmiente-argumentos-reforma-aborto_0_260024127.html
- Ana Alfageme, “Yo decido hasta cuándo y cuántos. ¿Va a venir Gallardón a pagarme las
facturas?”, publicado en El País el
11 de Marzo de 2014, Madrid
- Enlace:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/11/actualidad/1394551024_808424.html
- Anna Flotats / Paula Díaz, “La reforma del aborto de Gallardón será más restrictiva que la de
países tan católicos como Italia o Polonia”, publicado en Público.es el 28 de Septiembre de 2013, Madrid
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- María R. Sahuquillo, “No acepto que nadie influya en mi decisión de abortar”, publicado en El País el 12 de Diciembre de 2013, Madrid
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- María R. Sahuquillo / Vera Gutiérrez Calvo, “El supuesto de salud lo abarca casi todo”, publicado en El País el 19 de Diciembre de 2013, Madrid
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