Blog de aula de la Universidad de Colonia

Blog de aula en la Universidad de Colonia

viernes, 24 de enero de 2014

Qatar 2022: ¿Una maldición para el fútbol?


"Las Copa del Mundo deberán ser accesibles a todas las culturas y este era el momento para traerla al mundo árabe"
J. Blatter

En el 2022 por primera vez se realizará el mundial de Fútbol en Qatar. Eso a primera vista parece una gran oportunidad para transmitir a los países árabes la euforia que lleva un mundial. Inmensas son las posibilidades que trae ese conjunto de países para mejorar las relaciones entre las culturas y superar prejuicios entre el oriente, occidente y el resto del mundo. Los beneficios de los últimos mundiales en Alemania y Sudáfrica son más que evidentes. El lema „el mundo como invitado donde amigos“ en Alemania fue un gran éxito. Los visitantes se sintieron queridos y había un ambiente muy familiar.
Cuatro años después le tocaba a Sudáfrica ser el anfitrión para “la Copa del Mundo 2010”. Se puede decir que todo el continente estaba orgulloso de que por primera vez un mundial había llegado a África. Para todos los visitantes fue una nueva experiencia y los habitantes de Sudáfrica los recibieron con brazos abiertos. Las nuevas vuvuzuelas hicieron un ruido terrible y los visitantes no estaban acostumbrados a las fiestas en las tribunas. Sudáfrica es un gran país con larga y mucha cultura. Por eso pudieron mostrar al mundo que también en África saben lo que es vivir bien y como se puede disfrutar de la vida sin tener mucho.
Se ve que en el pasado los mundiales lograron mejorar las relaciones entre las culturas. El fútbol no solamente ganó cada vez más aficionados, sino también satisfizo el rol como medio de entendimiento entre los pueblos. Por ahora parece que esta sigue siendo la imagen del fútbol también para los mundiales del 2014 y del 2018.
El próximo mundial sera en Brasil este año 2014 y todos ya están emocionado por el. Casi todos apoya un torneo en un país donde el fútbol no fue creado pero que sabe tocar la pelota bien y ya ha sido por quinta vez campeón del mundo. En el 2018 le toca a Rusia, pero independientemente que será 4 años antes que Qatar sera anfitrión se habla tanto sobre aquel mundial.
Qatar 2022 es un mundial muy discutido por muchas razones diferentes. No solamente que las condiciones del clima y del alrededor pueden causar problemas, sino también los problemas políticos, de derechos humanos, y así como la sospecha de la corrupción de la Fifa, le dan una nota muy amarga a este campeonato. Es el fin de este ensayo averiguar si la imagen positiva de los mundiales de fútbol sufre por tener la sede en Qatar en el 2022.

Las condiciones climáticas son desérticas. En verano, de mayo a octubre, la atmósfera es muy calurosa, con 46°C, y con un alto porcentaje de humedad. El chamal es un viento muy violento y arenoso el cual puede provoca, tormentas de arena. Es costumbre jugar el mundial en junio, julio o agosto. Hay un gran problema con el calor en las canchas de fútbol. Ningún jugador está acostumbrado a jugar en un clima tan caluroso, además tampoco es saludable.
Podrá ser que la Fifa ponga la fecha del torneo en invierno porque el clima en invierno, de noviembre a abril, es más suave, con noches frescas y pequeñas precipitaciones. Eso será mejor para los jugadores y los visitantes y podrían disfrutar más del torneo. El único problema que hay con esa fecha es que los campeonatos de los países, la Bundesliga, la Premiear League, la Primera División y todos los demás, tienen al mismo tiempo solamente una pausa de unas pocas semanas. Las ligas tendrán que cambiar todas sus fechas y pausas. Para realizar ese gran proyecto habrá que renovar mucho y los países y sus equipos serán los que sufran por eso. Entonces, no existe solamente el problema con el clima que va haber durante el torneo, sino también en cómo organizar que todos los jugadores de los diferentes países puedan participar en el mundial.

No solamente las condiciones temporales y climáticas son parte de una gran discusión, sino también al principio cuando fue elegido en el 2010 había dudas sobre la elección de Qatar. La revista francesa France Football publicó una investigación en la que asegura que Qatar compró la organización del Mundial para 2022, e implica al argentino Julio Grondona, al paraguayo Nicolás Leoz y al brasileño Ricardo Teixeira. La publicación, con el título de “Qatargate”, también alude a la posible influencia del presidente del Barcelona F.C., Sandro Rosell.
Según se desprende de la investigación, Qatar dedicó enormes cantidades de dinero para comprar los votos necesarios en el seno del Comité Ejecutivo de la FIFA y lograr así la organización del Mundial, que consiguió el 2 de diciembre de 2010 con 14 votos, frente a los 8 de Estados Unidos.
El presidente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, está siendo investigado por varios casos en su país, según la publicación francesa, muchos de ellos vinculados con Qatar. Recuerdan que ese país pagó 7 millones de dólares para disputar en Doha un amistoso entre Argentina y Brasil, unos días antes de la votación para atribuir el Mundial de 2022, revela la investigación.

Es cierto que las dificultades climáticas y las dudas que quedan acerca de las sospechas sobre actividades corruptas ya pesan considerablemente, pero lo que más perjudice la imagen positiva de los mundiales de fútbol sucede en un terreno mucho más fundamental: el terreno de los derechos humanos. Sobre todo las condiciones de trabajo en el sector de la construcción están al centro de la discusión. La gran oportunidad de ese evento para Qatar no consiste solamente en que el país árabe puede presentar su euforia por el fútbol al mundo y que después el mundo recordará una gran fiesta deportiva, sino también en una toma de postura respeto a los derechos humanos en el escenario mundial. El secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty, declaró: “El mundo seguirá atento a Qatar durante los preparativos del Mundial de Fútbol de 2022, por lo que el gobierno tiene una oportunidad única de demostrar en la esfera internacional que está seriamente comprometido con los derechos humanos y que puede servir de modelo para el resto de la región”
Es usual que los países anfitriones no recurran simplemente a los estadios ya existentes, sino que los reconstruyen, de manera que entre más gente o que hayan más asientos en vez de localidades de pie. Además, muchas veces algunos cambios son necesarios para satisfacer las normas de seguridad de la Fifa. En el pasado también hubo varios casos en los cuales aparte de las reconstrucciones se construyeron algunas canchas nuevas, sobre todo en países donde la cultura futbolística es menos desarrollada, como por ejemplo en Sudáfrica. En esta cuestión el caso de Qatar abre una nueva dimensión, ya que se van a construir ocho estadios nuevos. Ese tema refleja una parte de la gran ambigüedad con la cual muchos ven el mundial en Qatar. Se discute intensamente si toda la nueva infraestructura futbolistica después del mundial ayuda a avanzar la cultura del fútbol y sus valores en un país hasta ahora poco aficionado con ese deporte o si, pasado el evento, los estadios nuevos simplemente se desmoronarán. Es una discusión, que no carece cierto nivel hipotético, ya que los efectos discutidos todavía están en un futuro no tan cercano. Por eso no parece adecuado intensificar aquí ese asunto. Pero la cantidad enorme de las construcciones concierne drásticamente la temática de los derechos humanos.
Por la gran necesidad de trabajadores en el rubro de las construcciones en Qatar, la población aumenta en veinte personas por hora. La mayoría de estos trabajadores llega al país más rico del mundo con enormes esperanzas. Muchos se ven del sureste de Asia, de Nepal o de la India y tienen la idea de trabajar en Qatar para alimentar a sus familias dejadas atrás. Estas ilusiones vienen derrotadas bruscamente. Las empresas empleadoras usan el retraso o el simple impago como medio de opresión y con frecuencia detienen los pasaportes para que los trabajadores no se puedan ir. Así el dinero a muchos migrantes llegados con la esperanza de ganar lo suficiente para apoyar a sus familias ni siquiera les alcanza para ellos mismos.
Pero también las condiciones del trabajo mismo son inhumanas. Un informe de Amnistía Internacional publicado en noviembre del año pasado revela la dimensión del abuso de trabajadores migrantes, que en muchos casos merece el término de trabajo forzoso. Una jornada laboral de doce horas y la inexistencia de fines de semana o días feriados son las condiciones ordinarias. Existen empresas que ni siquiera distribuyen cascos a sus trabajadores. Solamente en el principal hospital de Doha se registraron más de un millar de personas ingresadas por una caída en el trabajo. El 10% de ellos se quedó discapacitado.
Los alojamientos de los trabajadores representan la situación insostenible de la mayoría de ellos. Muchos alojamientos carecen de luz eléctrica y de acceso a agua corriente. Algunos están expuestos a aguas residuales desbordadas o a fosas sépticas.
Es inoportuno reclamar que los mundiales de fútbol se realicen exclusivamente en lugares que no presenten ningún problema social, y eso nunca fue la pretensión de los mundiales en el pasado. Como se ha mencionado antes, un evento de este tamaño también puede mejorar situaciones precarias, pero para eso la Fifa en general y las empresas de construcción en especial tendrían que transmitir los valores de los derechos humanos. En su informe, Amnistía Internacional muestra que lo contrario es el caso. Averiguó que no solamente empresas qataríes abusan de los trabajadores migrantes, sino que algunas víctimas trabajaban para subcontratas de empresas multinacionales como la empresa española OHL Construction and Contract. En las obras de la sede de la Fifa en Doha también se registraron graves abusos laborales. Salil Shetty reclama: “La FIFA tiene el deber de transmitir un firme mensaje público de que no tolerará abusos contra los derechos humanos en proyectos de construcción relacionados con el Mundial de Fútbol.” Queda esperar que la Fifa cumple con sus deberes.

En los diferentes aspectos de la discusión se entiende que el mundial en Qatar significa un gran riesgo para la imagen positiva del fútbol. Las condiciones climáticas impiden el ritmo usual o traen riesgos para la salud tanto de los jugadores como de los espectadores. Las sospechas con respeto a la corrupción durante la elección de Qatar pesan considerablemente sobre la idea de la justicia y sobre el espíritu amistoso del deporte. La violación de los derechos humanos actual significa el problema más urgente. Mientras no se pueda cambiar el clima y en la cuestión de la corrupción, esta elección tal vez pueda servir como mal ejemplo del cual se puede aprender para el futuro, ya que el problema de la corrupción es un evento único y no un proceso todavía actual como el abuso laboral. Si las condiciones siguen siendo las mismas, la imagen del fútbol sufrirá enormemente. Pero si la atención del mundo con respecto a los derechos humanos queda tan fuerte, tal vez ayude a cambiar las condiciones. Viéndolo así, el fútbol también tiene la gran oportunidad de no limitarse al deporte mismo, sino de darse cuenta de que es un medio político y que también puede mejorar condiciones inhumanas.

Literatura
http://www.es.amnesty.org/noticias/noticias/articulo/debe-ponerse-fin-a-la-explotacion-de-trabajadores-migrantes-de-la-construccion/?sword_list[]=mundial&sword_list[]=futbol&sword_list[]=2022&no_cache=1

http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/sociedad/decenas-trabajadores-murieron-verano-obras-mundial-2022-20130926

http://www.intereconomia.com/noticias-/punto-pelota/mundial-catar-2022-no-sera-verano-20140108

http://www.transparenciaactiva.gob.sv/destapan-corrupcion-en-la-eleccion-de-qatar-para-sede-del-mundial-2022/

http://venezolanaenqatar.blogspot.de/2008/06/el-clima-de-qatar.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario