La
reinstalación de las cuchillas en la valla de Melilla viola los derechos
humanos de los inmigrantes ilegales de África
Miles de fugitivos africanos se
dirigen a Melilla cada año, porque la ciudad en la costa meridional de España
limita la región europea con la de Marruecos. Recién el día 13 de enero un
grupo de 40 inmigrantes de África intentó entrar en España por esa frontera
nacional. Para dificultar la inmigración de forma ilegal y el contrabando
comercial, el gobierno de España construyó una verja en la valle de Melilla a
finales del siglo XX, que se extiende ahora a una longitud de 12 kilómetros.
Pero no pudieron parar la oleada de inmigrantes.
En 2005, se instalaron en la verja alambres con cuchillas que provocaban profundos cortes en las manos y piernas de quienes intentaban saltar al terreno español. Tras las denuncias de distintos políticos y colectivos, y tras demostrar las lesions causadas, el entonces presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, los quitó en 2007 y los sustituyó por una sirga tridimensional, a veces descrita como la tercera valla. En 2013, el Ministerio del Interior volvió a recurrir al sistema de seguridad transfronteriza original. Se colocaron de nuevo cuchillas en los alambres de la parte alta de la verja a lo largo de un tercio de su recorrido y planificaron otras modificaciones graves que impiden cruzar la frontera. A pesar de las protestas procedentes de todos los ámbitos, el Pleno del Congreso de España, junto con el voto del Partido Popular y de la oposición, decidió en noviembre que quiere mantener la verja de Melilla.[1]
En 2005, se instalaron en la verja alambres con cuchillas que provocaban profundos cortes en las manos y piernas de quienes intentaban saltar al terreno español. Tras las denuncias de distintos políticos y colectivos, y tras demostrar las lesions causadas, el entonces presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, los quitó en 2007 y los sustituyó por una sirga tridimensional, a veces descrita como la tercera valla. En 2013, el Ministerio del Interior volvió a recurrir al sistema de seguridad transfronteriza original. Se colocaron de nuevo cuchillas en los alambres de la parte alta de la verja a lo largo de un tercio de su recorrido y planificaron otras modificaciones graves que impiden cruzar la frontera. A pesar de las protestas procedentes de todos los ámbitos, el Pleno del Congreso de España, junto con el voto del Partido Popular y de la oposición, decidió en noviembre que quiere mantener la verja de Melilla.[1]
Por un lado, con la medida de la
verja, España trata de reducir la cantidad de los inmigrantes ilegales al
mínimo, pero, por otro lado, cierra las posibilidades de los africanos que
quieren salir de sus países en busca de una vida mejor porque allí se mueren de
hambre o son perseguidos. El cuestión de este ensayo será si la verja impide a
los fugitivos entrar en España o solamente lo hace más difícil. Muchas organizaciones
critican que el gobierno español no respeta los derechos humanos de dichos
inmigrantes.
El entramado de alambre con
cuchillas ha sido criticado negativamente por ONGs, partidos políticos e
incluso por una asociación de guardias civiles. La ONG Prodein, por ejemplo, rechaza de plano la verja por razones éticas.
Opina que sus cuchillas funcionan casi como un anzuelo para provocar "un
mayor desgarro” de la masa muscular cuando intentan arrancarse de la piel, por
lo que muchos inmigrantes se desangran y mueren de las lesiones graves.[2] La
organisación Amnistía Internacional
aun alerta de que la construcción de las cuchillas en la verja viola los
derechos humanos de los inmigrantes. Aunque el Estado de España puede
protegerse, no tiene justificación para
poner en riesgo la vida de los inmigrantes y de esa manera vulnerar su derecho
a la integridad física. También contraviene al derecho a dejar un país, la
prohibición de expulsiones colectivas y el derecho de asilo para los fugitivos
africanos. "La Europa que se reclama de los derechos fundamentales cierra
sus fronteras a personas migrantes que salen de sus países huyendo de la
hambruna y la pobreza provocadas por el expolio de sus recursos naturales por
parte de aquellos que después les reciben con alambradas de cuchillas”, afirma
el europarlamentario que está investigado la vulneración de los derechos
humanos por parte del Estado de España.[3]
Otro aspecto en contra de las
cuchillas en la verja es que las mafias pueden aprovecharse de eso. Para
aumentar la probabilidad de superar la verja con éxito, los inmigrantes se unen
a grupos organizados a los pagan varios miles de euros. Cuando algunos mueren
por los saltos, los jefes de esas bandas venden los pasaportes de nuevo y por
precios más altos. Se puede decir que la instalación de las cuchillas no
estorba a las mafias organizadas al llevar a cabo sus actividades clandestinas.
Al contrario, causa un incremento de los números de los grupos porque las
mafias se benefician de los muertos en la frontera.
La Asociación Unificada de
Guardias Civiles (AUGC) también ha solicitado la retirada de las concertinas en
la verja de Melilla, por razones que les afectan a ellos mismos. “Los guardias
civiles sufrimos un estrés innecesario al ver muertos por causas
evitables", ha comentado la organización que ha anunciado su intención
de "denunciar a la Unión Europea
para que quiten estas concertinas, porque existen otros medios y si no,
deberían crearse". Los guardias están convencidos de que la instalación de
las cuchillas no sirve para frenar que los inmigrantes intenten cruzar la
frontera, solamente causaría más desesperación.[4]
A pesar de todos estos argumentos
en contra, hubo dos intentos de instalación de las cuchillas por dos gobiernos
españoles diferentes y con una diferencia de ocho años entre ellos. De este
hecho inusual se puede deducir que se trata de un problema de alcance
significativo.
La
justificación con la que introdujeron las cuchillas en la verja en ambas
ocasiones es la misma por la que existe la valla en Melilla: por la seguridad
de la frontera europea. Al consultar las estadísticas se revela claramente la
causa desencadenante para implantar esta medida polémica. En el año 2005,
3.245 inmigrantes entraron en la Unión
Europea a través de Melilla. Es el número de inmigrantes más alto en la
historia de la ciudad y más del triple de los 1.043 inmigrantes del año anterior.
Este salto tremendo provocó un endurecimiento de la seguridad de frontera.
Evidentemente, estas medidas, entre ellas las cuchillas, acarrearon una mejora:
un año después de su introducción el número de inmigrantes cayó a 655, es
decir, a aproximadamente una quinta parte de la cifra de 2005. En 2013 el
gobierno de España se encontró en una situación similar, aunque no tan extrema.
De enero a noviembre de dicho año 2.273 personas inmigraron en Melilla.
Solamente existen estadísticas para los once primeros meses del año, así que no
están considerados los inmigrantes del diciembre. Sin embargo, ya así ha
aumentado casi un 4 por ciento respecto al año 2012 completo. [5] Hablando
de estas estadísticas, se debe tener en cuenta que también incluyen los
inmigrantes que llegan a Melilla de otras maneras, como por ejemplo por el paso
de frontera oficial escondidos en vehículos de doble fondo. No obstante, el
aumento de la inmigración irregular no se puede negar.
No cabe
argumentar que Europa debería abrir sus fronteras para todos los que quieran
inmigrar. El continente no tiene las capacidades para acojer a todos, como se
ha podido ver de forma drástica en los campos de recepción abarrotados, entre
ellos el de Lampedusa, donde las condiciones indignantes en las que vivían los
inmigrantes llevaron a una rebelión y finalmente al cierre del campo.[6]
Desde el
punto de vista de la sociedad española, la inmigración irregular lleva consigo
conflictos nuevos y la intensificación de problemas ya existentes. El miedo a
que los inmigrantes puedan ocupar puestos de trabajo de los locales aumenta el
racismo y la xenofobia en la población. Según el informe europeo sobre la
violencia racista de 2005, para la sociedad española la inmigración tiene que
ver cada vez más con la delincuencia.[7]
La
situación de los inmigrantes en un país europeo cuyo idioma no dominan no se
puede considerar digna tampoco. La mayoría de las veces se abusa de ellos como
trabajadores baratos en el sector de los servicios y en la construcción, dado
que no cuentan con el marco de la protección legal. No pueden vivir una vida libre
en España y nunca podrán salir de la clandestinidad, por lo que muchos sufren
de problemas psíquicos.[8] Así,
las desventajas de la inmigración ilegal están en ambos lados: tanto en los
países receptores como en la situación de los inmigrantes en Europa.
Por las
causas señaladas en este esayo, el gobierno español tiene que tomar medidas
para resolver el problema de la inmigración ilegal en Melilla. Pero es
cuestionable si las cuchillas, o, de forma más general, el endurecimiento de la
protección de la valla, son la solución. No se debe olvidar que los inmigrantes
ilegales son personas desesperadas que están dispuestas a arriesgar su vida por
el sueño de una vida mejor en Europa. Las posibilidades de llegar allí vivo ya
eran escasas sin las cuchillas y, no obstante, miles de personas lo intentaban
simplemente porque no veían otra opción para escapar de la pobreza en sus
países de origen. Esto no lo cambiará ni la protección más dura de la frontera.
Lo que hace falta es un cambio radical en la forma de enfrentarse al problema:
combatir las consecuencias no lleva a ninguna mejora a largo plazo. Se tiene
que arrancar el problema de raíz, es decir, afrontar los problemas que tienen
los futuros inmigrantes en África. Si tuvieran la oportunidad de salir de la
pobreza en su patria no tendrían motivo para abandonar sus países. Por eso, se
debe aumentar el apoyo a los países africanos con el fin de mejorar su
economía, su infraestructura y el sistema educativo ofreciéndoles a los
ciudadanos a largo plazo un entorno en el que puedan vivir su sueño europeo en su
patria.
Mientras
tanto, se tiene que manejar el control de las fronteras de la forma más humana
posible, lo que incluye, sin duda, la retirada de las cuchillas en la verja de
Melilla. La valla en su estado actual viola los derechos humanos de los
inmigrantes sin que tenga ningún efecto, exepto aterrorizarles, ya que no les
impide saltar, y causa aun más heridos y muertos. Se debe encontrar una
solución inofensiva, que no haga daño a nadie, y a la vez impida eficientemente
los intentos de cruzar la frontera. La solución se puede presentar en la así
llamada “frontera inteligente”. Es decir, en un aumento del equipamiento
técnico de la valla en sí y también de los agentes. Sensores de movimiento con
alarmas acústicas y lumínicas, como propone el Partido Socialista Obrero Español,
podrían imposibilitar los intentos antes de que nadie se lesione en la valla.
El partido hace hincapié en el uso de aviones no tripulados para localizar a los
sin papeles.[9]
Evidentemente,
detener a los inmigrantes antes de que salten no es ninguna opción definitiva, pero
dada la gran extensión del problema parece inevitable aceptar esta medida hasta
que se hayan eliminado las circunstancias que llevan al conflicto de la
inmigración irregular. El hecho de que no es posible rechazar a los refugiados
desesperados guardando las normas éticas no debe ser tomado como excusa para no
intentar reducir las vulneraciones de los derechos de los inmigrantes en la
mayor medida posible. Tampoco se debe confundir con una salida del problema. El
fin a largo plazo es obvio: crear la posibilidad de vivir una vida digna sin
tener que abandonar sus países para aquellos, que intentan inmigrar a Europa
jugándose la vida en la valla de Melilla sólamente por desesperación.
El problema de la inmigración no se puede
solucionar de un día para otro. Pero se puede hacer el primer paso de
inmediato: Retirar las cuchillas.
Bibliografía:
Agencias Roma, Las
Provincias (24.12.2013, 18:32): “Italia vacía el centro de Lampedusa
tras la rebelión de los 'sin papeles'”,
URL: http://www.lasprovincias.es/rc/20131224/mas-actualidad/mundo/vacio-lampedusa-201312241826.html.
Anabel
Díez, Francesco Manetto, El País (29.11.2013, 00:39):” El PSOE propone ‘drones’
en la frontera como alternativa a las cuchillas de Melilla”,
URL: http://politica.elpais.com/politica/2013/11/28/actualidad/1385640173_315526.html.
URL: http://politica.elpais.com/politica/2013/11/28/actualidad/1385640173_315526.html.
EFE
Ceuta, Público (11.11.2013, 20:16): "Una asociación de guardias civiles
critica las cuchillas de Melilla. La AUGC pide la retirada de las concertinas
en los perímetros fronterizos",
URL: http://www.publico.es/actualidad/481514/una-asociacion-de-guardias-civiles-critica-las-cuchillas-de-melilla.
URL: http://www.publico.es/actualidad/481514/una-asociacion-de-guardias-civiles-critica-las-cuchillas-de-melilla.
EFE
Madrid, La Sexta (22.11.2013, 14:42): "Las cuchillas en la valla de
Melilla no eliminan el anhelo de un futuro mejor.”,
URL: http://www.lasexta.com/noticias/sociedad/cuchillas-valla-melilla-eliminan-anhelo-futuro-mejor_2013112200114.html.
URL: http://www.lasexta.com/noticias/sociedad/cuchillas-valla-melilla-eliminan-anhelo-futuro-mejor_2013112200114.html.
EFE
Melilla, El Mundo (30.11.2013, 13:48): “IU denuncia ante la Comisión Europea
las cuchillas de la valla de Melilla. Considera que la concertina supone una
vulneración de derechos de los inmigrantes.”,
URL: http://www.elmundo.es/espana/2013/11/06/527a22e361fd3d705e8b4570.html.
URL: http://www.elmundo.es/espana/2013/11/06/527a22e361fd3d705e8b4570.html.
Fuentes de Historia (2010): "Muro de Ceuta y Melilla. La valla de
Ceute y Melilla",
URL:
http://fuentesdehistoria.blogspot.de/2010/03/muro-de-euta-y-melilla.html.
Miguel Máiquez, 20 minutos (24.01.2010, 11:15): “Cien claves de la
inmigración en España”,
Paqui Sánchez, El Mundo (08.12.2013, 14:38 ):“Melilla, puerta de la inmigración ilegal más allá de la valla“,
URL: http://www.elmundo.es/espana/2013/12/08/52a453320ab740b7768b4580.html.
Victoria Porthé, Gaceta Sanitaria (2009): “La precariedad laboral en inmigrantes en situación irregular en España
y su relación con la salud”,
URL: http://www.gacetasanitaria.org/es/la-precariedad-laboral-inmigrantes-situacion/articulo/ S0213911109003215/.
[1] Fuentes de Historia
(2010): "Muro de Ceuta y Melilla. La valla de Ceute y Melilla".
[2] EFE Madrid, La Sexta
(22.11.2013, 14:42): "Las cuchillas en la valla de Melilla no eliminan el
anhelo de un futuro mejor.”.
[3] EFE Melilla, El Mundo
(30.11.2013, 13:48): “IU denuncia ante la Comisión Europea las cuchillas de la
valla de Melilla. Considera que la concertina supone una vulneración de
derechos de los inmigrantes.”.
[4] EFE Ceuta, Público
(11.11.2013, 20:16): "Una asociación de guardias civiles critica las
cuchillas de Melilla. La AUGC pide la retirada de las concertinas en los
perímetros fronterizos".
[5] Paqui Sánchez, El Mundo (08.12.2013,
14:38 ): “Melilla, puerta de la
inmigración ilegal más allá de la valla“.
[6] Agencias Roma, Las Provincias
(24.12.2013, 18:32): ”Italia vacía el centro de Lampedusa
tras la rebelión de los 'sin papeles'”.
[7] Miguel Máiquez, 20 minutos
(24.01.2010, 11:15): “Cien claves de la inmigración en España”.
[8] Victoria Porthé, Gaceta Sanitaria (2009): “La precariedad laboral en inmigrantes en situación irregular en España
y su relación con la salud”.
[9] Anabel Díez, Francesco
Manetto, El País (29.11.2013, 00:39):” El PSOE propone ‘drones’ en la frontera
como alternativa a las cuchillas de Melilla”.
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