Reseña de la película “El papel de tu vida“
De Larissa Busch
El cortometraje “El
papel de tu vida” fue estrenado en el año 2013 en la décima
edición del festival “Notodo Filmfest”. El director es Andrés Lopetegui Santos
y el protagonista y único actor de la película se llama Javier Miró. Además, la
película con solamente 1:52 minutos es muy corta y ha sido producida con medios
sencillos por cinco personas, es decir un director, un actor, un operador de
cámara, un encargado de la música y un auxiliar. En cuanto al género, se puede
decir que al principio parece una película de tensión o incluso de terror, pero
al final el espectador se da cuenta de que en realidad es una obra más bien
cómica.
Al principio de la película, un
hombre joven está durmiendo en el sofá en la sala de estar de un piso, pero de
repente le despierta un grito fuerte que viene de otro cuarto. Rápidamente, se
levanta y agarra un cuchillo que está encima de la mesa. Cuidadosamente y de
puntillas, va por el pasillo y se acerca a la dirección de la voz que sigue
gritando. Cuando al final llega a la puerta detrás de la que se ubica la
persona chillante, la tensión está en su clímax. Pero, de repente, el hombre
tira el cuchillo al suelo, saca de un armario un rollo de papel de baño y lo
entrega a la mano que sale del hueco entre la puerta y la pared. Al final se
pone negra la pantalla y sólo se escucha el sonido de la cisterna.
Por el final inesperado, este
cortometraje tiene un valor especial y deja al espectador con una sonrisa en
los labios ya que había sentido una tensión durante gran parte de la película y
al final se da cuenta de que era una situación muy banal. Este efecto es
apoyado por el título “El papel de la vida” que es bastante ambiguo: a primera
vista aparece muy serio y drámatico porque todos los humanos nos preguntamos
qué es el papel, el sentido de nuestras vidas, pero con referencia al final, se
sabe que está hablando del papel de baño, que - graciosamente- también es
fundamental para la vida. Además, la escenografía está bien realizada: hay
muchos planos medio cortos mostrando al actor y su mímica asustada. También el
plano detalle de un cartel diciendo “Grito mudo” aumenta la tensión y subraya
el (pseudo)dramatismo de la situación. No obstante, hay que criticar el hecho
de que no queda claro la función del cuchillo: si el hombre ya sabe que los
gritos deben de venir de su compañero de piso, ¿por qué toma un
cuchillo? ¿Y por qué lo tira de manera agresiva al suelo? Todas estas acciones
aumentan la tensión, pero cuando ya se sabe la banalidad de la situación, de
repente pierden su sentido.
A pesar de este último punto, el cortometraje me ha hecho reír y me parece
bien hecho, de manera que desde mi punto de vista se merece ser parte del
festival “Notodo”. ¡Recomiendo a todos que lo vean y desarrollen su propia opinión!
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