Una
cuestión que se debate a menudo en Alemania pero también en otros
países es la justificación del concepto “G8”. Ese término se
refiere a los años
escolares en Alemania que merman de nueve a ocho años por causas
económicas. Ese fenómeno no sólo afecta a miles de alumnos
sino también
a padres, profesores,
políticos y empresas.
Pero en vez del
paso adelante
que
muchos esperaron, el mal reflexionado G8
trae
como consecuencia la pérdida de la juventud de muchos.
Varios
factores han contribuido al establecimiento del
G8. La primera y la más importante ha sido la comparación entre el
sistema escolar en Alemania y en los demás países europeos. Desde
hace muchos años, en otros países los jóvenes trabajan un año
antes; y como miembro de la EU, Alemania quiere acercarse al sistema
europeo. Eso puede facilitar los estudios en diferentes países y
también la adaptación a las circunstancias en un país extranjero.
También puede reforzar las relaciones internacionales y permitir la
colaboración entre los países. Pero
la realidad es otra. Los estudiantes no tienen
tiempo para cambiar el lugar de sus estudios. Apenas tienen tiempo
para pasar sus graduaciones, ¿cómo
iban a superar un cambio de lugar? Especialmente
si con el G8 se da prioridad a
la rapidez de las graduaciones y no da espacio para experimentar.
Una
ventaja económica es la posibilidad del
gobierno y del estado en el sector financiero. Como existen menos
clases se necesitan menos profesores y entonces tienen que pagar
menos. Además los estudiantes de magisterio no tienen que aprender
tanto, gracias a que tienen menos materias y un año menos que deben
instruir, por lo cual se podría ahorrar mucho dinero. De
todas maneras, al mismo tiempo, eso significa
que muchos de los estudiantes que quieren ser profesores, después de
sus estudios, no encontraran un empleo, un revés en la tasa de paro.
Entonces, lo que debería ayudar y mejorar la situación económica
en la realidad hace exactamente lo contrario. No
sólo eso,
sino que los profesores necesitan malificación adicional que les
posibilite establecer motivación y reforzar los temas en clases
angustiantes y frustrantes. Al fin y el cabo, el G8 no vale para nada
en el sector financiero.

